martes, 6 de noviembre de 2007

La condición para el coraje


A menudo oigo de algunas personas con que trabajo algo como: "No tengo coraje para hacerlo." Muy a menudo.
Pero es interesante observar el coraje que tienen para sufrir las consecuencias de no hacerlo. Ellos son los valientes silenciosos. Los valorosos que prefieren sufrir en silencio, infligiendo a sí mismos las consecuencias de no actuar para el cambio.
Bravos que tienen la fuerza o la voluntad de aceptar en silencio lo que les preocupa.
Que tienen el poder de "tragar" una alternativa a la acción, que presuntamente tambien causará sufrimiento a otras personas. Y que probablemente continuarán perpetuando el sufrimiento para ellos y para los demás.
Bravos que tienen la "valentía" para proyectar sus frustraciones en otros que no tienen nada que ver con la fuente de estas frustraciones.
Bravos que prefieren enfermarse debido a su propia represion de sus sentimientos. Porque la alternativa sería hablar de algo que poderia a molestar a alguien más.
Bravos que prefieren tolerar, en lugar de llamar la atención sobre algo que no está bien.
Bravos que prefieren criticar en vez de sugerir lo que se puede hacer mejor.

El valor, el coraje, es una calidad innata que normalmente la gente usa en la forma más exigente: contra ellos mismos.

Su utilización para su propio bien y para el bien de los que les rodean es un ejercicio liberador, que trae una mayor responsabilidad, sino también que nos hace más felizes, más atentos a la vida y las cosas buenas que la vida tiene que dar.
El valor, o el coraje, está en nuestra matriz, en nuestro ser, en nuestras células, pero a menudo lo usamos mal. Haciendo también un gran esfuerzo en lo usar mal.

Esa es la razón por que la mayoría de las personas en su vida ha sufrido en silencio. Pero tienen las condiciones para hablar sin gritar y de aceptar que pueden hacer cambios.
Las personas que se sienten frustradas, pueden crear y producir el bienestar.
El paciente que reprime sentimientos, puede hablar y tener las condiciones para ser saludable.
El que tolera, puede llamar la atención sobre lo que no está bien hecho.
Los que criticaban, pueden sugerir y ayudar a construir.
El que utiliza su valor contra sí mismo, puede utilizarlo en una forma liberadora.

Alguien que durante años ha ejercido su coraje contra sí mismo, tiene la condición y la responsabilidad de dejar que su coraje se accione para su propio bienestar.

---
"Dios me conceda la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar
La valentía para cambiar las cosas que puedo
Y la sabiduría para conocer la diferencia. "
Reinhold Niebuhr

No hay comentarios: